Veolia Colombia se convierte en la primera empresa certificada en Buenas Prácticas de Economía Circular en el País y en Latinoamérica
En reconocimiento a su compromiso con la sostenibilidad, la protección del medio ambiente y la lucha contra el agotamiento de recursos, Veolia se convierte en la primera compañía en Colombia y Latinoamérica en obtener la certificación de "Buenas Prácticas en Economía Circular" otorgada por el Icontec, hecho que pone en evidencia el desarrollo de procesos y servicios amigables con el medio ambiente, en toda su cadena de valor.
Veolia alcanzó una calificación de 94 puntos sobre 100, lo que la ubica en un "Nivel Óptimo", de acuerdo con esta nueva norma y con la que se destacan procesos llevados a cabo por Veolia Holding Colombia, Emas Pasto by Veolia, Veolia Aguas de Tunja, Veolia Aseo Santander y Cesar, Emas Manizales by Veolia y Veolia Valle.
“Nuestro objetivo como Grupo es el de trabajar por la descarbonización, la descontaminación y la economía de recursos, desde un abordaje multifacético enfocado en la Sociedad, el Planeta, los Clientes, Accionistas y nuestros Colaboradores, desde una perspectiva de la Transformación Ecológica. Ya contamos con certificaciones de calidad, ambientales, seguridad y salud en el trabajo, energía, antisoborno y ahora esta tan importante ¡Vamos por más! ”, asegura, Judith Buelvas, Directora País de Veolia Colombia y Panamá.
La labor de Veolia en Economía Circular se enfoca en aspectos como el aprovechamiento, transformación y valorización de materiales para reducir el consumo de nuevos recursos. El cerrar el ciclo de los residuos permite no solo mitigar los impactos ambientales, sino también aportar a la lucha contra el cambio climático al evitar la generación de emisiones de CO2 que se generan al usar materias primas vírgenes.
Con esta nueva certificación en Economía Circular, Veolia es reconocida también por la gestión sostenible del recurso hídrico al fomentar el reuso de aguas, la generación de energía a través de combustibles alternativos como el aprovechamiento de residuos con alto poder calorífico, el aprovechamiento de biogás para generación de energía térmica, el aprovechamiento de cenizas producidas en ingenios azucareros, entre otras.