Bruselas y París, 18 de marzo de 2021. Hoy, Groupe Renault, primer actor del sector de la automoción, con Veolia, líder mundial en la gestión optimizada de recursos, y Solvay, empresa líder de base científica, se complacen en anunciar su asociación para permitir la economía circular de los metales de las baterías de los vehículos eléctricos en Europa a través del reciclaje de circuito cerrado.
El consorcio existente de Veolia y Solvay, creado en septiembre de 2020, se refuerza así con la posición pionera y la experiencia de Groupe Renault en economía circular y en el ciclo de vida de las baterías de los vehículos eléctricos, dando lugar a una asociación altamente complementaria que se beneficia de la experiencia de Solvay en la extracción química de los metales de las baterías y de los 10 años de experiencia de Veolia en el desmantelamiento y el reciclaje de las baterías de iones de litio mediante un proceso hidrometalúrgico.
Con la previsión de que el número de vehículos eléctricos en circulación pase de 10 millones en 2020 a más de 100 millones en 2030 en todo el mundo*, garantizar un acceso estable a materiales para baterías de origen responsable es un reto estratégico.
En este sentido, los tres socios pretenden establecer una fuente de suministro segura y sostenible de metales estratégicos para baterías, como el cobalto, el níquel y el litio. Las empresas planean alcanzar este objetivo aprovechando sus respectivos conocimientos en cada paso de la cadena de valor -desde la recogida de las baterías de vehículos eléctricos al final de su vida útil hasta el desmantelamiento, la extracción de metales y la purificación- y mejorando los procesos de reciclaje de baterías mecánicos e hidrometalúrgicos existentes. Gracias a la innovadora tecnología conjunta de Solvay y Veolia, los metales estratégicos que antes se recuperaban en una forma sólo apta para aplicaciones metalúrgicas se extraerán y purificarán en metales de alta pureza listos para ser reutilizados en nuevas baterías, reduciendo así la huella medioambiental de las futuras baterías de vehículos eléctricos a través de este circuito cerrado.
Los tres socios ya están participando activamente en una fase experimental, que implica la creación de una planta de demostración preindustrial en Francia con capacidad para extraer y purificar los metales de las baterías de los vehículos al final de su vida útil.