En la actualidad, nos encontramos muy lejos de conseguir el Objetivo de Desarrollo Sostenible (ODS) 6, “Agua limpia y saneamiento” para todos, establecido por Naciones Unidas en el 2015. Asimismo, las consecuencias del cambio climático afectan cada vez más a los recursos hídricos, y ponen en peligro su disponibilidad y calidad.
Así, este año, Naciones Unidas destaca la urgencia de actuar para buscar soluciones, bajo el lema “Acelerar el cambio”. Es necesario lograr este objetivo desde la cooperación y la corresponsabilidad, y de avanzar en la gestión sostenible del recurso.
Según Naciones Unidas, los gobiernos deberían trabajar, de promedio, unas cuatro veces más rápido para cumplir con el ODS 6 a tiempo, pero esta no es una situación que pueda resolverse con solo un actor o grupo. El agua afecta a todos, por lo que se necesita que todos actuemos para preservarla.
Asimismo, la campaña global “Sé el cambio” —que hace referencia a la antigua fábula peruana del colibrí, en la que un colibrí transporta gotas de agua para extinguir un gran incendio—, anima a las personas, las empresas, las administraciones, el mundo académico, etc., a aportar, cada uno desde su ámbito, su grano de arena para resolver la crisis del agua. Todo compromiso, por pequeño que parezca, contribuye al esfuerzo global.
La apuesta por la regeneración del agua
Regenerar es someter el agua depurada a un nuevo tratamiento para que pueda reutilizarse siguiendo un modelo circular. Una vez regenerada, se puede devolver en condiciones óptimas a los ríos y acuíferos para que se inicie de nuevo el ciclo de captación o se suministre directamente a la industria, a las ciudades (por ejemplo, para el riego de parques y jardines urbanos o la limpieza de calles) y a la agricultura (para el riego de campos).
En la situación actual de emergencia climática y de creciente demanda de recursos hídricos, para garantizar la disponibilidad de agua en el futuro, los diferentes escenarios pasan, necesariamente, por apostar por soluciones que sigan un modelo circular, ya que la mayoría de las fuentes de agua que utilizamos tienen una elevada dependencia de la climatología.
El uso de recursos hídricos alternativos como la regeneración del agua se presenta como una de las grandes opciones para afrontar este gran reto, en línea con la Agenda 2030 y los ODS de Naciones Unidas.
El modelo de regeneración da una nueva vida al agua y, también, a la naturaleza. Se trata de una fuente alternativa y complementaria que contribuye a la sostenibilidad del ciclo integral del agua y a preservar la disponibilidad del recurso hídrico para los diferentes usos.
Entre los beneficios que aporta este modelo cabe destacar los siguientes:
- Su circularidad facilita no depender exclusivamente de las condiciones climáticas para garantizar el acceso al agua.
- Reducir la extracción de agua del medio natural favorece la preservación del estado ecológico de los ríos y acuíferos, y permite, así, la regeneración de los ecosistemas naturales.
- El agua regenerada es agua de proximidad y accesible, que posibilita una gestión eficaz, sostenible y medioambientalmente responsable.
Nuestro compromiso
Desde Veolia, como referente en la transformación ecológica, apostamos por una gestión responsable y diversificada del agua con orígenes muy distintos (acuíferos, ríos, desalinizadora, regeneración del recurso, etc.). En esta combinación, la regeneración y reutilización de las aguas residuales constituye un pilar esencial de la estrategia del grupo.
Con una larga trayectoria en el ámbito del ciclo integral del agua, disponemos de todo el conocimiento experto, de la capacidad de gestión y de la tecnología consolidada para ayudar a materializar esta iniciativa en los territorios.