La construcción de la primera planta desalinizadora en el Ecuador se realizó en la isla Puná parroquia del cantón Guayaquil, que tiene aproximadamente 920 km2 de extensión y 5.408 habitantes.
La isla se abastecía de agua de dos pozos someros, de poca profundidad que eran alimentados por la precipitación y producían en promedio 3,5 litros cada uno de agua no apta para el consumo y con un tiempo de explotación de máximo 8 horas por día.
Con una inversión de $4,7 millones, el proyecto inició a mediados del 2018, la construcción estuvo a cargo del Consorcio Veolia-Semgroup Puná.
Con la tecnología de Ósmosis Inversa se purifica el agua que utiliza una membrana semipermeable para eliminar iones, moléculas y partículas más grandes en el agua potable, es el grado más avanzado de filtración que permite higienizar el agua sin añadirle ninguna sustancia química. Este sistema permite incrementar la producción de agua limpia de manera escalable.
Construcción de la Planta
Fase 1: En la etapa de operación de la planta se detectó un deterioro de la calidad del agua extraída desde el pozo, presumible y mayormente, por la presencia de viviendas que se han construido en las zonas aledañas al pozo, y menormente, por la cercanía del pozo a piscinas camaroneras en operación. Así mismo, durante esta fase se detectó una alta variabilidad de los parámetros hierro y manganeso.
Sistema de captación
Fase 2: Construcción de un sistema de captación desde el mar, localizado a aproximadamente 200 m desde la línea de playa y con el que se garantiza el suministro permanente de agua para la planta de potabilización con condiciones de calidad que, si bien presentan alta carga de sólidos suspendidos, se trata de un parámetro que puede ser manejado con cambios al nivel del pretratamiento de la planta.
Garantizar el acceso a los servicios básicos, la distribución justa de los recursos y su preservación para las generaciones futuras son retos cruciales para nuestras comunidades. Con esta obra, Interagua y Veolia brindaron soluciones al desabastecimiento de agua en Isla Puná, y promovieron el desarrollo de proyectos de desalinización no sólo a nivel municipal, sino también para la industria del camarón que presenta un crecimiento sostenido en el país y de forma especial en Puná.